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La Navidad es una fiesta muy importante para mi familia así como las posadas. Yo crecí en la fé católica y criada con los valores tradicionales de una familia de la clase media mexicana. Esta época del año me trae muchos recuerdos felices, así como nostalgia por el pasado y las costumbres de mi cultura. Es por eso que hoy quiero compartir con ustedes algunas de las tradiciones con las que crecí y ahora quiero disfrutar junto con mi familia aquí en los Estados Unidos. Mi amigo y fotógrafo Carlos Contreras de Oteyza contribuye conmigo en esta historia para ilustrar las tradiciones de México. Sus imágenes verdaderamente me han tocado el corazón y me han transportado a aquella hermosa época de mi vida pues no he celebrado la Navidad en mi país desde hace más de trece años.
A principios de diciembre la ciudad de México se viste de gala para exhibir un impresionante espectáculo de luces Los displays de luces comienzan en la avenida Reforma, justo en el corazón de la ciudad de México y continúan hasta llegar a la zona del centro histórico. Toda la familia incluyendo a mi bisabuela la "Mamá Grande", mi mamá, mi padrastro, mi hermano y yo visitábamos esta zona de la ciudad para ver las luces y disfrutar de antojitos en los puestos de venta de atole y tamales. Así como tener la oportunidad de conocer y saludar a Santa Claus o Papá Noel y a los Reyes Magos. Tomábamos muchas fotos para preservar los recuerdos de momentos tan especiales. También recuerdo que mi abuela Mama Licha me llevaba allí cada año para visitar a Santa en las tiendas y mi tía abuela Minita quien me llevaba a ver una vitrina que tenía una enorme representación de un pequeño pueblo con casitas y muñecos así como un tren que pasaba por en medio de la escena, todo esto mientras comíamos deliciosos churros y chocolate caliente. Recuerdos muy lindos que guardo para siempre en mi corazón.
Otra tradición que hemos tenido desde siempre era que en nuestra casa no faltaba un árbol de Navidad y un hermoso Nacimiento hecho a mano por artistas mexicanos, mismo que pasaba de generación en generación y era puesto en la casa de la familia anfitriona de la cena de Nochebuena. En el jardín de mi Mama Grande crecían exuberantes flores de Nochebuena, que casualmente son la flor nacional de México. Esta planta florece cada año y continúa hasta el mes de febrero, sin duda recuerdo esta grandísima planta que era tan grande como un árbol la cual podía ver desde la ventana de mi habitación.
En preparación para la llegada del Niño Jesús en México se celebran Las Posadas, una tradición que se remonta más de 300 años y son festividades que tienen como motivo preparar a los católicos para la llegada de Jesucristo. Esta celebración se inicia el 16 de diciembre y termina el 24 en la víspera de la Navidad. Cuando era niña me gustaban mucho Las Posadas y guardo buenos recuerdos de esa época. En mi colonia esta celebración era una festividad que reunía a toda la comunidad donde todas las familias involucradas se reunían cada noche para planear, hacer manualidades, y decidir los platos que se iban a preparar para la fiesta que dura 9 días. El menú incluía entre muchas otras cosas ricas tamales, atole y ponche caliente de frutas.
Los señores de la comunidad estaban a cargo de las piñatas, mismas que se llenaban con dulces de colación, naranjas, cacahuates, jícamas, tejocotes y cañas de azúcar. Ellos se encargaban de coordinar el momento de romper la piñata, la colgaban lo más alto posible mientras que los niños trataban de pegarle con los ojos tapados con un "paliacate" y el resto de los invitados se alegraban el momento cantando la canción: "Dale, dale, dale no pierdas el tino, por qué si lo pierdes, pierdes el camino".
Las piñatas tienen 7 conos puntiagudos que representan cada pecado capital, la ruptura de la piñata es una manera simbólica de recompensar la fé y representan la lucha contra la tentación y el mal. Estas piñatas tradicionales están hechas de barro y papel de colores y los historiadores mencionan que las piñatas fueron creadas con fines de evangelización por los frailes españoles durante la colonia.
Este año quiero revivir esta tradición junto con mi familia aquí en Orlando y ya he empezado a organizar mi Posada la cual sera en la víspera de Navidad. Espero que esta historia te haya inspirado para acoger a tu cultura y tradiciones, pero sobre todo para celebrar a la familia y la unidad.
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