Lava y limpia los tarros antes de usarlos, se recomienda esterilizarlos con agua hirviendo. Mantén los frascos en agua caliente y haz lo mismo con las tapas de sellado.
Cocina la fruta con el jugo de naranja y la ralladura en una cacerola mediana, cuando la fruta esté completamente cocida, mezcla usando la licuadora o bien el procesador de immersión.
Agrega nuevamente la fruta cocida a la olla y colócala en la estufa para continuar con el proceso de cocción. Agrega la pectina y mezcla bien, agrega la mantequilla para reducir la formación de espuma, si se forma alguna espuma, retírala con una cuchara.
Espera a que la mezcla entre en ebullición completa a fuego alto y continúa revolviendo. Agrega el azúcar y revuelve para combinar y hierve por otro minuto. No disminuyas la cantidad de azúcar ya que la pectina no cuajará si no se usa la cantidad necesaria de azúcar.
Coloca la mermelada inmediatamente en los frascos tibios esterilizados y rellena al tope dejando 1/4 de pulgada en la parte superior. No agregues más de lo necesario. Limpia los bordes de los frascos con una toalla de papel limpia y coloca las dos tapas. Primero la de sellado y luego la rosca de cierre.
Asegúrate de que el baño maría esté caliente antes de comenzar el proceso de sellado. Coloca los frascos en la rejilla incluida en la olla para enlatado. Baja la rejilla en el agua hirviendo asegurándote de que el agua cubra los frascos por lo menos 2 pulgadas. Tapa y hierve durante 10-15 minutos. Retira los frascos utilizando pinzas y colócalos en posición vertical sobre una toalla para que se enfríen completamente.
Después de hacer esto, comenzarás a escuchar cómo las tapas empiezan a sellar, lo que significa que el proceso fue exitoso y que los frascos están correctamente sellados. Después de que los frascos estén fríos, presione el centro de la tapa con el dedo, si la tapa no está bien sellada el botón estará flojo. Si esto sucede procesa de nuevo o refrigera.
Almacena los frascos sellados en un lugar fresco, seco y oscuro. La caducidad varía de seis a doce meses. Los frascos abiertos pueden durar hasta tres semanas dentro del refrigerador.